50 años sin ti

Desde mediados del siglo XIX, en la Comarca de la Safor, se hizo evidente la necesidad de desarrollar algún medio de transporte que agilizara la salida de su producción de cítricos y hortalizas, así como de la industria sedera, hacia algún ferrocarril o puerto de cierta importancia.
La primera plasmación de esta aspiración fue la inauguración del Tramway, el 8 de febrero de 1864, por la sociedad Tamway Carcagente a Denia S.A.", entre las localidades de Carcaixent y la costera de Gandia.
Los Tramway no tenían tracción a vapor, sino la denominada “tracción de sangre" es decir, los coches y vagones eran arrastrados por mulas y caballos. La longitud de la línea era de 35 km y el ancho de 1380 mm, para facilitar el tránsito de caballerías.
Era el primer sistema de transporte de este tipo que se instalaba en Europa.
La compañía quebró en 1865 y fue adquirida años después por la familia Trénor. Los caballos tiraron del tren en su trayecto hasta el 14 de julio de 1880, fecha en la que se formalizó la escritura de cesión de la línea, por la cual el Marqués de Campo adquirió la compañía, junto con el proyecto. También compraría ese mismo año el tramo entre Gandia y Denia, pendiente de concluir.
En noviembre de 1880 comenzaron los trabajos de explanación y desbroce en una extensión de 6 km y se encargó la fabricación de los puentes sobre los ríos Alcoy, Girona, Molinell, Bullent y Gallinera. En junio de 1881 se colocaron los raíles entre Carcagente y Gandia. En enero de 1882 la "Revista Gandia", informó que los trabajos de explanación en el término municipal de Denia ya habían concluido.
En mayo de 1882 una comisión presentó en el senado el proyecto de cambio de fuerza motriz denominada "de sangre" por la de vapor, el cual fue aprobado y firmado por Alfonso XII.
A mediados de noviembre, en Gandia se colocaron raíles provisionales sobre el río Serpis para pasar al otro lado una locomotora y vagones que facilitasen el transporte de materiales y agilizasen las obras.
La explanación de la vía Denia-Gandia estaba próxima a Oliva y el puente sobre el río Alberca estaba casi terminado, así como los pilares del puente sobre el río Girona. Había 1500 hombres trabajando.
En marzo de 1883 se finalizó el tramo de la vía Gandia a Oliva y la locomotora ya transportaba suministros a este lado de la ciudad y se instalaba el puente de hierro sobre los pilares de piedra del río Molinell, y el de Girona a continuación.
En abril "el ayuntamiento y mayores contribuyentes del pueblo de Oliva" acordaban adquirir y ceder a la empresa del ferrocarril los terrenos para el emplazamiento de la estación de segunda clase junto al camino del Morer.
El 30 de marzo de 1884 se inauguraba a Gandia la línea, abriéndola al público.
En Vergel la estación no se pudo acabar de construir hasta marzo de 1885, pues los trabajos se tuvieron que suspender por el cólera.
En 1889 la "Compañía de los Caminos de Hierro del Norte" consiguió la titularidad de la línea. En esta etapa hubo diversos intentos por reconvertirla al ancho nacional, pero por desgracia ningún intento fue fructífero.
En 1941 y a consecuencia del nefasto estado en que se encontraba la línea después de la guerra civil, ésta fue nacionalizada e incorporada a la red de "Explotación de Ferrocarriles por el Estado", EFE, que fue rebautizada en 1965 con el nombre de FEVE, “Ferrocarriles Españoles de Vía Estrecha"
En 1969 fue clausurado el tramo Carcagente-Gandia, y el tramo entre Tavernes y Gandia fue reconvertido al ancho convencional y se conectó con la línea Valencia-Cullera. En 1974 se clausuró el tramo Gandia-Denia, con la promesa de reconvertirlo también al ancho nacional, promesa que nunca se cumplió.
En un principio la línea nació por la necesidad de llevar a puertos como Gandia o Denia los productos agrícolas de la tierra: naranjas, viña, hortalizas…, sin olvidar la industria sedera. Pero muy pronto esta línea también comenzó a utilizarse por comerciantes y particulares para acudir a visitas médicas y para llevar a cabo el turismo de playa, que transportaba a familias acaudaladas desde las zonas del interior de la Comunidad hasta la costa.
Tampoco podemos olvidar el importante papel que jugó el ferrocarril durante la guerra con el conocido "estraperlo", con el que los viajeros intercambiaban productos por las ventanas de los vagones cuando se acercaban a las estaciones. Los estraperlistas se encontraban sincronizados para poder echar fardos en lugares previamente pactados, o incluso tirarse del tren en marcha ante el aviso de la llegada de la Guardia Civil.
A partir de los años 60, el ferrocarril de Alcoy se convirtió en tren turístico, que trasladaba a los vecinos a Gandia, lo que impulsó las primeras instalaciones turísticas en esta ciudad.
En lo que respecta al Patrimonio Conservado, en Oliva se conservan algunos elementos, como un depósito de agua y los antiguos retretes convertidos hoy en oficina.
En la partidaVall de la Ratlla y en el Camí Vell de Denia, nos encontramos con sendas construcciones de guardabarreras, que datan de 1883, y que, curiosamente, de entre todos los edificios de esta tipología son los únicos que tienen dos alturas. Ninguno de los elementos está dentro del Catálogo de Bienes Valencianos Protegidos. A modo de conclusión, podemos decir que la sociedad aún no ha aprendido a apreciar estos bienes del patrimonio industrial, esto hace que se encuentren en una situación muy delicada para su conservación. La desaparición de estos bienes relega a el olvido una parte muy importante de nuestra historia.
El cierre del ferrocarril se produjo por dos motivos principales: por un lado, la competencia que suponía el transporte por carreteras; y por el otro, el abandono que sufrió la línea por parte de las autoridades, ya que no se realizaron obras de mejora, como la de cambio de anchura de la vía.
El tren fue todo un símbolo de progreso y desde su cierre no han cesado las reivindicaciones para reabrir la línea Gandia-Denia. Es una lucha compartida por sectores políticos, empresariales y asociativos de todo tipo, pero a pesar del clamor social y de los anuncios, en repetidas ocasiones, tanto por la Generalitat Valenciana como por el Ministerio de Fomento, de la prolongación de la línea hasta Denia, lo cierto es que a fecha de hoy no existe ningún proyecto vigente que asegure que dicho tramo, será algún día una realidad.
El 10 de febrero de 1974 a las 11:15 partió desde Gandia el último tren a Denia, " Amigos del Ferrocarril de Valencia", realizaron un viaje por toda la línea para homenajearla y en cada estación fueron recibidos por bandas de música, naranjas y ramos de flores. Fue un triste adiós al más veterano de los ferrocarriles de vía estrecha de España. El tren nunca regresó a Oliva.


