Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento, mantener la sesión y personalizar la experiencia del usuario.

AceptarRechazar

Lo demás es aire / Juan Gómez Bárcena

Lo demás es aire / Juan Gómez Bárcena

Comprueba la disponibilidad de este libro en el catálogo de la biblioteca.

Con la mirada del viajero, Toñanes resulta en apariencia un pueblo de paso situado en la carretera que une Santillana del Mar y Comillas, relevante apenas por el verde de sus prados y por sus acantilados sobre el Cantábrico. Pero si uno ha leído la maravillosa y ambiciosa novela de Juan Gómez Bárcena, Toñanes seguirá siendo ese sencillo municipio, sí, pero también los muchos Toñanes que han sido a lo largo de los siglos, que el autor trata de reconstruir con una arquitectura textual apasionante.

Aquí no importa el paisaje, sino la biografía emocional de todas las personas que vivieron en Toñanes. Tanto de los vivos como de los muertos.

El autor se encarga de meternos a la vez en diferentes épocas de modo muy original: aprovecha los márgenes del texto para añadir el año de en que sucede lo que nos está contando. Y a veces esos años se suceden con saltos vertiginosos. Es un efecto especial casi cinematográfico: como si todas las épocas se fueran solapando y reconstruyéndose simultáneamente en la mente del lector. Y es que estamos ante una novela en la que todo ocurre a la vez, en la que la mirada hoy hacia un acantilado se mezcla con aquel que se ahogó allí cien años atrás; donde una moneda encontrada en el campo nos retrotrae con aquél que la perdió varios siglos antes.

Para ello, el autor a veces elige un motivo, un tema que le sirve para conectar a los personajes y mostrarlos en el siglo XVI o en el XXI. O menciona sus nombres como en los libros de nacimientos y muertes que se pueden encontrar en cualquier parroquia. Y a raíz de dichos nombres, imagina la vida de aquellos vecinos en pequeños cuentos de una o dos líneas.

Con ese modo de exponerlos consigue señalar la vorágine de las cosas: pero también la pequeñez de las personas, lo efímero de nuestro paso por el planeta donde lo único que dejamos será un nombre, una línea en un legajo perdido o incluso ni eso. Como contrapartida, la enormidad de la naturaleza absorbiendo todas esas vidas y presenciando impasible el paso del tiempo.