Día internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia
El 15 de diciembre de 2015, la Asamblea General de las Naciones Unidas proclamó el 11 de febrero como Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia. Se trata de visibilizar de esta forma las dificultades que tienen las niñas y las mujeres a la hora de avanzar en las carreras científicas y tecnológicas de los ámbitos STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas).
La Biblioteca Pública de Guadalajara ha preparado una selección con algunas de las obras más recientemente incorporadas a su colección escritas por mujeres investigadoras y divulgadoras científicas de distintos ámbitos: la astronomía, la biología, geología, neurología, las matemáticas… Pero poco más. Quizás ha sido un mal desarrollo de su colección, pero hemos comprobado que no es ni mucho menos próximo el número de publicaciones escritas por científicas que las que han sido desarrolladas por hombres dedicados también a la ciencia las que están presentes en nuestro fondo.
¿A qué se debe esta diferencia cuando cada vez son más las mujeres que van accediendo a los estudios de ámbito científico y tecnológico? Es justo, entonces, tratar de visibilizar sus trabajos y fomentar el conocimiento de la cultura científica entre nuestros usuarios, de forma que se fomenten vocaciones científicas entre las más pequeñas y se rompa con los estereotipos de género también presentes en el ámbito de la ciencia.
Hemos seleccionado a cuarenta y cinco científicas fundamentalmente investigadoras y divulgadoras contemporáneas. Mencionamos, por ejemplo, a a algunas que han conseguido puestos de alta dirección en un entorno muy masculinizado. Nos referimos a María Martiñón-Torres, directora del Centro Nacional de Investigación sobre la Evolución Humana (CENIEH), a María Blasco, directora del Centro Nacional de Investigaciones Oncológicas (CNIO) o Rosa Menéndez, ex presidenta del Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Destacamos también las aportaciones de dos premios Nobel, Marie Curie con el Nobel de Física y Química o el de Jennifer A. Doudna, también Premio Nobel de Química. Y no nos olvidamos, más allá de la comunicación científica en los distintos ámbitos de la ciencia, el papel fundamental de divulgadoras de la ciencia en publicaciones y distintas redes y medios de comunicación como Evelyn Segura, Deborah García Bello, entre otras. Porque la ciencia también es un componente esencial de nuestra cultura y de nuestro progreso como especie.