Nuestra historia
La biblioteca desde sus orígenes hasta el fin de la Guerra Civil: (1837-1939)
Los casi dos siglos de historia de la Biblioteca Provincial de Guadalajara tienen su origen en la Desamortización de Mendizábal de 1836. Para recoger e inventariar los libros procedentes de los conventos, la Diputación Provincial crea una biblioteca el 6 de marzo de 1837 en locales propios. Fue abierta al público en 1841, si bien no da servicio hasta 1845, cuando es trasladada al Convento de Piedad donde comparte instalaciones con el Instituto de Enseñanza Media, actual IES Liceo Caracense.
Gestionada desde su inicio por diferentes comisiones provinciales científicas y artísticas, en 1864 se unifica con la biblioteca del Instituto, pasando a ser responsabilidad del claustro del centro. Son los fondos desamortizados y los provenientes de la actividad docente los que constituyen en gran parte el fondo antiguo custodiado en la actual biblioteca.
Es esta una etapa con altibajos en sus servicios que perdura hasta la Guerra Civil. Ante la falta de mantenimiento de las colecciones, demasiado académicas, y las instalaciones, carentes incluso de luz eléctrica, Luisa Cuesta, directora nombrada en 1937, informa a las autoridades de este estado lamentable, incrementado además por los bombardeos de la ciudad, y consigue volver a ponerla en funcionamiento con préstamo de nuevos fondos populares y dotarla de personal auxiliar y subalterno por orden de 7 de enero de 1938.
El Palacio del Infantado como nueva sede (1952-1981)
En 1952 Juana Quílez Martí es nombrada responsable del Archivo Histórico de Guadalajara, Desde ese puesto reclama la restauración y el uso público de Palacio de Infantado como sede de las instituciones culturales de la ciudad. En 1972 la Biblioteca se traslada a un restaurado Infantado, compartiendo su espacio con el Museo y el Archivo Histórico. En 1981 se incorpora a la dirección de la biblioteca Blanca Calvo, a cuyo frente permanecerá hasta su jubilación en 2014.
Etapa de cambios (desde 1981 al presente)
Cuatro hechos marcarán este período: la separación orgánica del archivo y la biblioteca provincial, la trasferencia de su gestión a la JCCM, la promoción cultural del centro con la formación del Seminario de Literatura Infantil y Juvenil y la celebración del Maratón de Cuentos en el Infantado y su traslado a su actual ubicación en el Palacio de Dávalos, cedido por el Ayuntamiento de Guadalajara al Ministerio de Cultura para albergar la nueva sede de la biblioteca. El 15 de julio de 2004 se inaugura tras ser trasladados por una cadena humana de voluntarios desde el Palacio del Infantado los últimos 1001 libros del fondo.