Infantil

Acompañar a nuestros hijos para un aprendizaje y disfrute de la lectura, es primordial.

Hace algunos años, la introducción a la lectura se dejaba en manos de los colegios. Afortunadamente esto ha ido cambiando, gracias a muchos programas de animación lectora, haciendo ver a los padres, que son el pilar básico en la educación y de ahí la importancia de involucrarse en su aprendizaje.

Es importante estimular desde muy pequeños, a través de actividades prelectoras. Los niños nacen con una disposición innata para entender el lenguaje y encontrar el significado al mundo que le rodea. De alguna forma ya están leyendo.

Durante los primeros años de vida un niño adquiere una gran información que le ayuda a desarrollarse y adaptarse a su entorno. En estas edades tempranas, están ávidos de recibir información y es un buen momento para incorporar los libros en su proceso de desarrollo y todo esto les sirve para mejorar sus habilidades.

Con la lectura de un libro le despertarás su curiosidad, ampliarás sus conocimientos y estimularás su imaginación. Aprenderán a identificar situaciones cercanas y familiares, a comprender sus propios sentimientos.

Estas son algunas pautas que pueden ayudarte a la hora de promover el hábito de la lectura:

• Fomenta el contacto con el libro desde el principio que lo vean como algo natural, no una obligación.
• Lee con tu hijo, no sólo para él. Si te sientas a leer, dale a él otro que sea de su gusto, aunque sólo sepa manipularle o ver las imágenes.
• Disponles un rinconcito donde localicen y guarden sus libros.
• Leer al menos 15 minutos todos los días, alternándolo con actividades como jugar, ver sus dibujos …
• Estimula sus sentidos, a los niños les encanta descubrir cosas nuevas, tocar, sentir, oler… y todo eso lo puede proporcionar un libro.
• Léele en voz alta, contar un cuento es algo motivador para tu hijo/a.
• Escenifica y pon voces diferentes a los personajes.
• Anímale a participar de la lectura, comentar el cuento, preguntarle que les ha parecido o como podría haber acabado
• Regálale libros, que vean que un libro es un premio.
• Predica con el ejemplo, si tu lees, ellos leen.
• Proponer algunos juegos a partir de la lectura, como dibujar, recortar imágenes…
• Llévale a la biblioteca, un buen lugar donde pueden asesorar a todos los padres y profesores. Aquí el niño puede buscar sus libros favoritos, aprender donde colocarlos, devolverlos…, es un lugar fantástico para los niños puedan investigar.

En cada etapa, los niños tienen unos determinados intereses y capacidades por ello hay que buscar los libros adecuados a cada edad:

• Hasta los 12 meses: libros blandos o de tela que pueda manejar sin riesgo, con grandes ilustraciones, colores vistosos. Puedes introducir los libros-juguete, fáciles de manejar y con imágenes realistas, con los que puedas repetir onomatopeyas o canciones.
• De 1 a 2 años: empiezan a tomar importancia los textos, las imágenes deben de serle familiares y las acciones, identificables para el niño.
• De 2 a 3 años: los niños comienzan a disfrutar con las historias secuenciadas. Léeselas más de una vez y detente en los detalles de cada ilustración para dialogar con tu pequeño y motivarlo a que se exprese.
• De 3 a 6 años: deben leer libros más extensos, con ilustraciones y con capítulos para leer en varios encuentros, elegir libros con patrones de rimas repetitivas que estimulen la participación de los niños, ofrecerles libros con temática variada, con nuevas palabras y diferentes lenguajes.
• De 6 a 9 años: A partir de los seis años, el niño empieza a interesarse por otro tipo de libros, ricos en historias de aventuras, de magia, dragones, de misterios. La ilustración aún atrae al niño con estas edades, de hecho, es lo que más les motiva, imaginarse el escenario de su lectura.
• De 10 a 12 años: Pueden ser libros con más de 100 páginas. Las ilustraciones empiezan a desaparecer permitiendo espacio para la imaginación del niño. A estas edades, los niños ya comprenden casi todas las palabras y situaciones. Y seguramente ya tendrán sus temas de lectura preferidos.

En conclusión, los niños tienen que vivir la lectura como un juego más. Acompáñalos en la lectura. Disfruta del placer de leer con ellos. Sin una lectura comprensiva, no es posible acceder al resto de materias y si no entienden lo que leen se sentirán frustrados e incapaces de alcanzar lo que se espera de ellos. Visita tu biblioteca y déjales descubrir el mundo de ilusión y nuevas experiencias. Déjate asesorar por los profesionales que allí trabajan.