Traslado al Ayuntamiento
Tras cerca de quince años de funcionamiento, al cargo de los diferentes párrocos, a finales de los sesenta, la biblioteca se cierra para instalar en sus dependencias un centro de diversión para la juventud.
Los libros y resto de materiales bibliográficos se instalaron en el Ayuntamiento que, en 1970, emprendió las gestiones oportunas con el Centro Coordinador de Bibliotecas de la Diputación de Madrid al fin de habilitar un espacio que reuniese las condiciones óptimas para poder seguir dando el servicio.
Llevadas a cabo diferentes obras de acondicionamiento, a principios de los ochenta, se instala definitivamente el centro en la planta baja del consistorio y se formaliza oficialmente el reparto de competencias. De este modo se firma un “Concierto” con la Diputación donde se establece la titularidad compartida con el Ayuntamiento en un convenio de colaboración. Estos trámites burocráticos preceden a la creación por primera vez de la figura de un bibliotecario responsable del funcionamiento, gestión y dirección del centro.
En este momento la Biblioteca contaba con 3000 volúmenes, 72 metros lineales de estantería y dos salas comunicadas en las que se distribuían un total de 30 puestos de lectura para adultos y 10 en la sala infantil ofreciendo los servicios de consulta en sala y préstamo.
A finales de los ochenta, un nuevo responsable pasa a tomar parte del servicio y en los años posteriores, la Biblioteca aumentó sus usuarios, préstamos y colección llegando a contar con 3700 volúmenes en 1993, momento en el que vuelve interrumpir su actividad con motivo de las obras generales de reconstrucción del edificio del Ayuntamiento.

1997, la reinauguración
Durante tres años, el edificio del siglo XVI fue restaurado y adaptado a sus nuevas necesidades, convirtiéndose en un espacio mas moderno y funcional en el que se instaló la Biblioteca en 1997, totalmente renovada y actualizada, gestionada por personal titulado en Biblioteconomía, con el objetivo inicial de 1954, satisfacer las necesidades informativas y culturales de los ciudadanos del municipio y su entorno.
Durante 12 años, una dirección centrada en el fomento del libro y las actividades de animación a la lectura, proyectó la Biblioteca como espacio de encuentro dirigido a personas de diferente cultura, edad, sexo y procedencia.
En un espacio mínimo, se multiplicaron los usuarios, la colección y los préstamos, se desarrollaron talleres de animación, club de lectura, cuentacuentos, etc. con una acogida masiva por parte de la población
Con el estreno del nuevo milenio, la pequeña Biblioteca del Ayuntamiento se convirtió en el eje social y cultural del municipio llegando a ser insuficiente el espacio que ocupaba necesitando un nuevo traslado.