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Presentación

La imprenta en Aragón se remonta al s. XV en el reinado de Juan II (1450-1479). Inicialmente, en las localidades de Zaragoza e Híjar. Aunque en algún momento se sostuvo que la primera imprenta se había establecido en la región, esta versión ha sido desechada; sin embargo, de gran importancia es la certeza de ser la cuna del primer libro impreso con colofón completo en España, en 1475.

Más tarde, con la trascendencia económica, cultural e igualmente, contar con un número significativo de molinos papeleros para la época, el auge de la actividad impresora es importante. Para el s. XVI se había extendido a Épila y Huesca. Todos estos factores contribuyen para que no se viva la decadencia que sufrió el resto de España en el siglo siguiente, ya que para entonces contaba con más de 50 impresores en la región.

A partir del s. XVIII, aunque la actividad continúa favorablemente, el creciente desarrollo cultural en la Corte de Madrid empieza a atraer tanto a escritores como a los mejores del oficio en impresión y fundición. Tal es el caso del zaragozano Joaquín Ibarra, entre otros.

Con el asentamiento definitivo de la industria en Madrid y Barcelona, para los s. XIX y XX, ésta tomará un carácter más local en regiones como Aragón, en donde Zaragoza capital será su epicentro y atenderá un buen porcentaje de lo producido en Teruel y Huesca.