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Un poco de historia

La idea original de las bibliotecas de semillas surgió en California en 2011, de la mano de un grupo de defensa de la justicia social y la alimentación sostenible.

La primera biblioteca pública de semillas se abrió en Quebec en 2015. En 2019 ya había más de 500 dispersas por todo el mundo. En el Estado Español la primera experiencia se puso en marcha en la Universidad Politécnica de Zaragoza en 2017, distinguida en 2018 con el sello del consejo de cooperación bibliotecaria. A día de hoy hay unas 20 bibliotecas de semillas en Aragón, una en la biblioteca de Navarra, otra en la Biblioteca de San Joan de Alicante, recientemente en una biblioteca de Barcelona y, ahora, la nuestra.

En el mundo de las bibliotecas se trabaja siempre de forma colaborativa y las ideas que ya funcionan se comparten para no partir de cero. Contactamos con la biblioteca de la universidad de Zaragoza, en Huesca, y su responsable, Elena Escar y con la biblioteca municipal de La Puebla de Alfindén (Zaragoza), que son quienes nos han orientado contándonos su experiencia y que nosotras hemos adaptado a la nuestra.

Este proyecto colaborativo no hubiera sido posible sin las personas que de forma altruista sostienen y han sostenido esta huerta, desde el Rincón Lento y Ecologistas en Acción Guadalajara y que, desde hace más de diez años, crearon un banco de semillas que fueron alimentando con el objetivo de promover el acceso e intercambio de semillas locales entre quienes se acercaban al Rincón Lento.

Algunas de las mujeres integrantes de la Huerta Ecolenta pensaron que la biblioteca era un espacio público, accesible y cercano para toda la ciudadanía, especializado en la custodia, préstamo y puesta en valor de los recursos, y con vocación de educar, difundir, cuidar y preservar y que podría ser el lugar perfecto para albergar el proyecto de la biblioteca de semillas.

Pocos días después, en un corro de esparto desarrollado en la biblioteca municipal, mientras se trenzaba esta fibra vegetal y se leían poesías de la naturaleza, se empezó a fraguar la idea de llevarlo a cabo.