Fondo Mario Parajón
Fondo Mario Parajón
El año 2014 el Ayuntamiento de Chinchón aceptó la donación de la biblioteca personal del intelectual cubano Mario Parajón, compuesta por variada colección de libros de literatura, teatro, filosofía, teología, temas cubanos e hispanoamericanos y obras del propio autor.
Mario Parajón falleció el año 2006 con el deseo de que su biblioteca personal fuera donada a la Biblioteca Municipal de Chinchón. Había sido profesor de filosofía en el I.E.S. "Carpe Díem" de Chinchón antes de jubilarse. Su familia hizo las gestiones para la donación de la Biblioteca, y esta fue aprobada por el Pleno del Ayuntamiento el año 2014.
Es un fondo bibliográfico de gran interés con obras en diversos idiomas. Destaca la colección de obras teatrales, gran parte de ellas en frances. Actuamente estos libros están ubicados en el depósito de la Biblioteca . No están disponibles para préstamo pero son accesibles a través del catálogo y pueden consultarse en la sala.
Incluimos aquí la reseña sobre el Mario Parajón publicada en la Revista Letralia el 25 de septiembre de 2006, tras su fallecimiento.
Exiliado en Madrid desde 1971, Parajón había nacido en La Habana en 1929. Se vinculó estrechamente al grupo Orígenes, siendo el más joven de sus integrantes, y participó en sus actividades junto a José Lezama Lima, Gastón Baquero, Eliseo Diego, Cintio Vitier, Fina García Marruz, Lorenzo García Vega, el padre Ángel Gaztelu y otros intelectuales cubanos de la generación de los cincuenta.
Desde joven destacó en todo tipo de actividades relacionadas con el teatro. En los años cincuenta estrenó Hamlet y Cándido, de Bernard Shaw, con la Compañía de Teatro de la Universidad de La Habana. Su montaje de El tiempo y los Conway, de W. B. Priestley, con el Grupo Prometeo, obtuvo todos los premios de teatro el año de su estreno, incluido el prestigioso Premio Talía.
Entre sus puestas en escena se encuentran El círculo, de Somerset Maugham; Estuve aquí una vez y Esquina peligrosa, de Priestley, y Ensayando, de Jorge Arturo González. En esos años publicó los títulos Magia y realidad del teatro, La técnica teatral de Ibsen y El teatro de O’Neill.
Graduado en la Escuela de Periodismo y licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de La Habana, realizó también estudios en La Sorbonne de París y en la Universidad Complutense de Madrid, además de trabajar como corresponsal cultural del diario El Mundo durante su primera estancia en Europa.
El escritor Carlos Alberto Montaner, en una semblanza de Parajón difundida al conocer su muerte, indicó que en esa época el intelectual “frecuentó los ambientes literarios y filosóficos más prestigiosos. El teatro y la filosofía fueron dos de sus pasiones más intensas”.
“Tras el triunfo de la revolución”, continúa Montaner, “regresó a Cuba. Se casó con Annabelle Rodríguez, hija de Carlos Rafael Rodríguez, con la que tuvo dos hijas, pero esos vínculos familiares no le ahorraron contratiempos. Parajón era un católico militante y eso, y sus críticas al régimen, le generaron diversos problemas”.
Parajón asumió la dirección de una mesa redonda semanal de carácter cultural en el canal Telemundo y continuó escribiendo sobre teatro y cine para El Mundo. Impartió clases de historia del teatro en la Academia Municipal de Artes Dramáticas y varios cursos sobre literatura y teatro en el Lyceum and Lawn Tennis Club. Posteriormente, ejerció como asesor teatral del Conjunto Dramático Nacional y fue profesor de la Escuela Nacional de Arte. Durante sus últimos años en Cuba se dedicó a la filosofía y a la teología, y fue profesor del Seminario de San Carlos y de otros ámbitos de formación religiosa.
En 1971 se exilió en Madrid debido al veto que le impuso el régimen cubano para publicar en Cuba, tanto en la prensa como en editoriales. Su carrera como profesor universitario también se vio truncada por el hecho de ser un intelectual católico.
Ya en Madrid impartió cursos de filosofía y teología en la Universidad Pontificia de Comillas y en la Universidad de El Escorial. En sus primeros años de exilio participó activamente en los seminarios y cursos de Xavier Zubiri y Julián Marías, e impartió conferencias sobre literatura y filosofía en los ciclos de las asociaciones culturales Politeia y Arte y Cultura, así como en el entonces Instituto de Cultura Hispánica.
Por su estrecha relación con Marías colaboró en la revista Cuenta y Razón, donde publicó artículos y reseñas literarias. Parajón publicaba también regularmente en el periódico norteamericano Diario de las Américas.
Entre los años 1976 y 1977 ganó la Beca de Literatura de la Fundación Cintas, y en 2003 se graduó de doctor en Teología en el Seminario Mayor de Madrid. Hasta su jubilación fue catedrático de enseñanza secundaria de filosofía, ejerciendo en el Instituto de Alcobendas y en el del pueblo madrileño de Chinchón.
Entre sus libros publicados en Madrid se encuentran Eugenio Florit y su poesía (Editorial Ínsula, 1977), Cinco escritores y su Madrid (Editorial Prensa Española, premio Mesonero Romanos, 1986), Santa Teresa de Lisieux (Biblioteca de Autores Cristianos, 1987) y las guías turísticas de Segovia, Toledo, y el Monasterio del Paular (Editorial Everest).
Además, dirigió la edición de las Obras completas de Jorge Mañach (Editorial Trópico) y realizó ediciones críticas de Pensamientos, de Pascal, y Esto, lo otro y lo de más allá, de Julio Camba.
Fue miembro activo del Comité Cubano pro Derechos Humanos, que dirige la doctora Martha Frayde y de la Fundación Hispano-Cubana, donde impartía conferencias regularmente, y participó en el Consejo de Redacción de la Revista Hispano-Cubana.
“Su linaje intelectual cubano lo vincularía directamente a figuras como Jorge Mañach, Leví Marrero o Fernando Ortiz. Formaba parte de la ilustración liberal cubana”, concluye Montaner.