Este sitio web utiliza cookies propias y de terceros para su funcionamiento, mantener la sesión y personalizar la experiencia del usuario.

AceptarRechazar

Garbanzo

INFORMACIÓN:


Época de siembra: en marzo-abril, para evitar las heladas.
Poner los garbanzos a remojo durante unas horas antes de sembrar para facilitar su germinación.
Hacer los hoyos de siembra, de 3-4 cm de profundidad y aplicar un pequeño riego.
Poner 3 semillas por cada hoyo. Cubrir con sustrato (sin apretarlo o apelmazarlo).
Acolchar ligeramente el suelo con paja u hojas secas para protegerlo del sol directo,
fomentando así la vida del suelo, fundamental para el buen desarrollo de nuestras plantas.

Exposición: pleno sol (para que el suelo se caliente, lo cual le beneficia).

Asociación: como el resto de leguminosas, no se lleva bien con las liliáceas (ajo, cebolla, puerro).

Marco de plantación: 30 – 40 x 60 cm.

Clima: templado - cálido, con primaveras y veranos secos, no calurosos, pues temperaturas muy elevadas perjudican la cuaja de las flores.

Suelo: profundos, suelto, arenoso - arcilloso (sino tendrán la piel más dura), que no contengan yesos, más bien secos y con buen drenaje.
Suelos neutros o ligeramente ácidos (ph 6-7.5). Los suelos calizos producen garbanzos de más difícil cocción. Son muy sensibles a los excesos de sales, especialmente a las de sodio, reduciendo el desarrollo de la planta y la producción.

Abonado: le gustan los suelos ricos en materia orgánica ya descompuesta. Si es rico en potasio, el garbanzo será más blando en la cocción.
No necesita aportaciones de nitrógeno porque sintetiza el nitrógeno atmosférico gracias a la colaboración de las bacterias nitrificantes de sus raíces, dejando en ellas unos rizomas ricos en nitrógeno. Por eso se puede usar como abono verde.

Asociación: en general las leguminosas no se llevan bien con las liliáceas (ajo, puerro, cebolla).
Las leguminosas producen aminoácidos que las gramíneas absorben directamente por lo que se recomienda su asociación. Por su naturaleza fijadora de nitrógeno es habitual su cultivo asociado con plantas muy dependientes de éste como las cucurbitáceas (calabaza, calabacín, pepino, melón, sandía), crucíferas (coles, repollo, brócoli, nabo) y umbelíferas (zanahoria, apio, chirivía, perejil, comino).

Problemas: heliotitis, gorgojo, mosca del garbanzo, polilla del garbanzo.
La rabia del garbanzo, causada por un hongo, aceleran el secado del tallo y las hojas de la planta impidiendo el correcto desarrollo de las semillas.
La fusariosis, causada por el fusarium, es un agente de riesgo que altera la raíces y obstruye la circulación de la sabia.

Recolección: Para cosechar los garbanzos, dejar secar en la planta hasta su completa maduración (cuando la vaina y la planta se vuelve amarilla), arrancando entonces la mata y dejándolas secar por completo en un lugar soleado. Congelar la semilla durante 3 días a 20̊C para eliminar el posible gorgojo (y sus huevos).

Rotación: de tres a cuatro años.