En noviembre de 1898, se publicaba la Real Orden que otorgaba la concesión para la construcción y explotación de un tranvía a vapor entre Bilbao, Durango y Zeanuri. Unos meses más tarde en 1899, se constituía la Sociedad Anónima del Tranvía Eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia dando comienzo las obras poco después. Para finales de 1899, el tranvía comenzaba a funcionar con tracción animal en el tramo entre Lemoa y Artea. En el año 1900 se autorizaba la electrificación del tranvía y tras varias pruebas, el 6 de diciembre de 1902 se inauguraba oficialmente el Tranvía Eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia comenzando a funcionar en todas sus secciones. En 1911 la Compañía de los Ferrocarriles Vascongados adquiría la totalidad del accionariado del Tranvía haciéndose con todo el servicio.
Itinerario del Tranvía de Arratia.
Fuente: Urutxurtu, J.: El tranvía eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia: 50 años sin el tranvía de Arratia. Diputación Foral de Bizkaia, 2015
La línea del Tranvía de Bilbao a Durango y Arratia tenía su punto de partida y llegada en las inmediaciones del Teatro Arriaga. En ese punto se ubicaban los muelles sobre la ría que se utilizaban para el transbordo de mercancías. El tranvía cruzaba el Nervión por el puente de San Antón e intercambiaba materiales y productos en los muelles de Urazurrutia, continuando hasta el barrio de La Peña donde volvía a cruzar el río en un puente levantado expresamente para su uso. Desde La Peña, el tranvía llegaba a Bolueta cruzando nuevamente el Nervión a través del Puente Nuevo y se introducía en un túnel en curva de unos 200 metros denominado El Boquete haciendo su entrada en Basauri. En Basauri el tranvía pasaba por las instalaciones de la Compañía Anónima Basconia donde contaba con un apeadero y varios ramales de acceso a su interior para el transporte de mercancías. La línea proseguía por Azbarren y cruzaba de nuevo el río mediante un puente metálico en Ariz para adentrase en Urbi. El recorrido continuaba por Galdakao hasta Lemoa, centro neurálgico del tranvía de Arratia, ya que allí se encontraba la bifurcación que llevaba a Durango o al valle de Arratia. En Lemoa se encontraban las cocheras y los talleres principales. Desde allí el tranvía llegaba, en una de sus variantes, a Durango pasando antes por Amorebieta. La otra variante que finalizaba en Zeanuri, transitaba por Igorre, Arantzazu, Artea y Areatza.
Pronto, el Tranvía de Arratia se convirtió en una pieza clave para el tránsito de viajeros y de mercancías. El tren conectaba a los habitantes del Valle de Arratia entre sí y con la comarca del Gran Bilbao. Los arratianos tomaban este medio de transporte diariamente para acudir a las fábricas de Basauri, Galdakao o Bilbao. En nuestro pueblo, era habitual el tránsito de obreros en los apeaderos de La Basconia y Urbi. Además, muchas mujeres de los caseríos de la comarca usaban este transporte para vender en la capital bilbaína sus productos hortícolas. Por otro lado, el tren también acercaba a los bilbaínos al Valle y cada vez eran más los que acudían a tomar las aguas a los balnearios de Artea o Areatza, así como los aficionados al monte que gracias al tranvía podían aproximarse hasta las inmediaciones del Gorbea.
Postal del Tranvía de Arratia transitando por La Basconia.
Fuente: Kultur Etxea
El Tranvía de Arratia transitando por La Basconia.
Fuente: Kultur Etxea
El Tranvía de Arratia transitando por La Basconia.
Fuente: Kultur Etxea
Apeadero del Tranvía de Arratia en la calle Basconia.
Fuente: Kultur Etxea
El Tranvía de Arratia frente al túnel de El Boquete. 1963.
Fuente: Archivo Museo Vasco del Ferrocarril
El Tranvía de Arratia en Urbi frente a la empresa de esmaltes Muñuzuri, S.A. 1963.
Fuente: Archivo Museo Vasco del Ferrocarril
El Tranvía de Arratia en Urbi frente a la empresa Álvarez Vázquez, S.A. 1963.
Fuente: Archivo Museo Vasco del Ferrocarril
El Tranvía de Arratia transitando por Azbarren
Fuente: Kultur Etxea
Durante sus 60 años de historia el Tranvía de Arratia sufrió numerosos incidentes de distinta naturaleza. Entre los accidentes, se registraron muchos descarrilamientos, atropellos y colisiones, ya que el camino por donde transitaba el tranvía era también utilizado por otros vehículos como carruajes, automóviles o camiones. La Guerra Civil causó también varias incidencias en su itinerario siendo objeto de bombardeos por parte del bando franquista. Posteriormente, en su retirada, el ejército republicano destruyó varios de los puentes utilizados por el tranvía. Otras de las incidencias que causaron grandes daños en la línea fueron las inundaciones. En diciembre de 1926 se registraron graves inundaciones, pero fueron las de 1953 las que más agravaron la situación del tranvía. Los destrozos causados por las riadas de este año unido al declive que ya venía sufriendo el servicio, sobre todo por el auge del tráfico rodado de automóviles y camiones, hicieron que se suprimieran varios tramos en la década de los 50. La agonía del tranvía de Arratia duró hasta 1964. Ante la noticia de su inminente cierre, el 29 de noviembre de ese año, los montañeros que lo usaban para visitar el Gorbea celebraron una ceremonia de despedida a modo de homenaje entre Lemoa y Zeanuri. Al día siguiente, el 30 de noviembre de 1964 el Tranvía Eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia se clausuraba definitivamente tras más de 60 años de servicio.
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Fuentes y bibliografía:
Basauri Kultur Etxea
García, R.: Basauri: antzinako. [S.l.], 2006
Olaizola, J.: El tranvía eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia. Ferrocarriles Vascos, 2001
Olaizola, J.: El tranvía de Arratia : (1902-1964) BBK, 2004
Urutxurtu, J.: El tranvía eléctrico de Bilbao a Durango y Arratia : 50 años sin el tranvía de Arratia. Diputación Foral de Bizkaia, 2015
Urutxurtu, J.: Historia gráfica del tranvía de Arratia (1902-1964). Diputación Foral de Bizkaia, 2024